El cross-dressing, nacido en los años '60, pero mantenido en la privacidad de los vestuarios heterosexuales, consiste en hombres que disfrutan de su parte femenina. A diferencia de los travestis, no visten de mujer las 24 horas, ni pretenden ocupar ese rol social en el día a día, simplemente sienten admiración y deseo por la estética del sexo opuesto.
Esta práctica tabú vuelve al centro de la escena en calle corrientes con "Casa Valentina", una comedia dramática dirigida por José María Muscari.
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